La Magia de Bali

Bali es una tierra sacrada, curativa y poderosa que tuve el privilegio de visitar por primera vez ( y espero que no última ) en Abril de 2013. A menudo sueño que estoy en un lugar dulce, exótico y profundamente espiritual, donde uno puede caminar tranquilamente entre templos, ofrendas y maravillas de la naturaleza, todo envuelto en un hechizo.

Estaba planeando un viaje a India para estudiar Yoga y ya que estaba en la otra cara del planeta, pensé que podría acercarme a descubrir Indonesia. Empecé a interesarme por Bali pues se veía como una tierra muy especial. Por supuesto,  ver la película de Eat Pray Love también ayudó a confirmar mi teoría de que Bali era la representación más cercana al lugar que soñaba.

Entonces descubrí que un montón de gente increíble que estaban en ese momento en la Tierra haciendo un aporte beneficioso para ella e  irradiando luz, se reunían en Bali, una pequeña isla hindú donde había un gran número de actividades enriquecedoras física y espiritualmente. Estaba claro… ¡ Tenía que ir a Bali!

monkey forest bali

Y sí.. ¡ guau ! no me decepcionó, Bali me impactó en todos los sentidos posibles, estoy muy agradecida a la gente y a la magia del lugar, ¡ es el lugar más deleitoso y lindo que he visto en mi vida ! Todo allí está impregnado por un aura sagrado: las casas, las ofrendas, las procesiones y muchos festivales… Todo es agradable y puedes sentir como notas de música gamelan fluyen en el aire. Los monos saltan de árbol en árbol entre bosques frondosos y las maravillas naturales que rodean la isla te envuelven los sentidos.

Una vez allí, asistí a  Sacred Circularities, un proyecto global cuyo fin es amplificar la energía del amor a través del hula-hoop ( ¡ increible, ¿verdad?! ). También parte de mi tiempo allí me hospedé con una adorable familia de músicos y bailarines balineses llamados  Semara Ratih. ME ENCANTÓ mi estancia junto a ellos y tomé clases diarias de Legong con mi profesora Ibu Ayu. La danza balinesa es sensual, con juegos de piernas, movimientos con los dedos y expresiones faciales; en varios aspectos, tiene algunas similitudes con la danza clásica de la India, pero creo que es mucho más fácil de aprender y te permite más libertad de expresión. Aprendí una coreografía y, junto a la familia, vi muchas actuaciones en directo. Todos los movimientos y gestos me resultaron tan familiares…  ¡ Tengo ganas de más !

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